Conóceme

Después de trabajar  y disfrutar como maestra especializada en Educación Infantil durante 20 años, mi cuerpo empezó a darme señales de que algo no estaba funcionando en mi vida, pero nadie nos han enseñado a escuchar ni a comunicarnos con nuestros cuerpos ¿verdad?, todo lo contrario, a callarlo con pastillas y drogas.  Así que no podía entender lo que me estaba diciendo. Sólo sentía mucho dolor que mi mente racionalizaba suponiendo que la causa era el esfuerzo físico, el estrés del trabajo y la familia,...

Mi cuerpo cada vez hablaba más fuerte (del cansancio a la artrosis degenerativa, discopatías, pinzamientos, …

¿Todavía no me oyes Eva? estenosis, fibromialgia, fatiga crónica, intolerancia química.. ansiedad, depresión.

Hasta que no me quedó otra que parar (porque no podía moverme) y me dieron la invalidez.  Por entonces tomaba 12 pastillas diarias y me hacían infiltraciones en la columna cada año.

Mi mente me decía ¿Qué futuro te espera en esta vida? Los médicos te han dicho que es una enfermedad crónica y degenerativa...

¿Qué sentido tiene la vida si no puedo disfrutar de ella?

¿Suena a drama verdad?

En este punto de desesperación empecé a probar diferentes terapias alternativas de Bienestar y Salud Holística (ya que la medicina tradicional no me estaba ayudando) que me aliviaban temporalmente, pero  no solucionaban la causa del problema.

Hasta que un día, una amiga y terapeuta, me habló de las Barras de Access Consciousness y me preguntó si querría recibir algunas sesiones. Le dije que por supuesto probaría cualquier cosa que pudiera ayudarme.

¡Los resultados fueron sorprendentes!.

El dolor fue disminuyendo hasta desaparecer a los 3 meses de sesiones, recibiendo una sesión semanal de Barras, después añadí procesos de cuerpo al tratamiento y paralelamente fui aprendiendo herramientas para observar el mundo desde la consciencia, un camino que continúo recorriendo día a día.